Mis clientes destacan de mí el calor de mis manos y la tranquilidad y relajación en la que se encuentran tras una sesión de masaje y el cambio a mejor que el masaje supone en sus vidas.
Todo comenzó al recibir un masaje de shiatsu: sentí tanta paz, relajación y conexión con mi cuerpo, que en ese mismo momento decidí que quería aprenderlo para transmitir ese bienestar a todo el que lo necesitara.
Dicho y hecho, me gradué como profesional oficial (Shiatsupractor) por la Escuela Japonesa de Shiatsu en Madrid (EJS) y formé parte del grupo de trabajo e investigación de la Escuela en el que se perfeccionan y amplían los tratamientos y técnicas avanzadas de Shiatsu, obteniendo el Título Superior de Jyuku Shiatsupractor.
He trabajado durante más de 20 años en multinacionales informáticas y he vivido muchos momentos de tensión, estrés, ansiedad y nervios.
Afortunadamente, el shiatsu se cruzó en mi camino y fue tan arrolladora la sensación de libertad que fue mi tabla de salvación durante los años de multinacional (¡gracias, Macarena!).
Siempre tuve claro que la aventura empresarial era mi destino, con lo que uní mi formación (Dirección de Empresas, Derecho, Psicología) a mi pasión (Shiatsu), para dar forma a NAGAIKI SHIATSU.
Aprendiz y curiosa por naturaleza, no he dejado de estudiar, entre otras cosas, terapias que complementen mi formación de shiatsu, como acupuntura, auriculoterapia, reflexología podal, masaje facial japonés, craneopuntura, etc.
Soy una apasionada de las técnicas reflejas: me maravilla ver los microsistemas que tiene el cuerpo y que muestran su estado.
Todo ello con la finalidad de permitir que el cuerpo ponga en marcha esa maquinaria tan perfecta y todo su potencial se dirija a lograr la autocuración.
Tremendamente apasionada, pongo toda mi energía en todo lo que hago. Soy inquieta y busco nuevos retos continuamente. Uno de mis lemas es «si hay miedo, hay camino», y por eso estoy aquí, desde hace más de 3 años ya, emprendiendo esta aventura de la que ya formas parte, si has llegado hasta aquí.
Me encanta viajar, compartir tiempo con la familia y amigos (no me pierdo un plan! :)) y reírme y re-descubrir la vida con mis tres pequeños.
Gracias, sois mi energía diaria.
Nagaiki Shiatsu son Ruth, Dani e Isra, mis timoneles, quienes empezaron a dar forma a este sueño, sin los cuales nunca habría empezado esta aventura y los que mantienen el barco siempre en rumbo; mi madre, mi ancla, mis pies en la tierra, siempre vigilante para que no vaya a la deriva; Luis, mi palo mayor, el eje central, quien me sujeta, soporta y se mantiene firme cuando lo necesito; Marina, Marcos y Marta, mi pasión, mi viento, mi energía, nunca dejéis de empujar; y por supuesto, mi padre, mi norte, mi guía, mi Estrella Polar. GRACIAS.
Y no me olvido de Juan Fernando, Chema y Josele. Gracias a todos vosotros que os habéis dado un masaje y habéis sentido la experiencia NAGAIKI, respira, vive… ¿Zarpamos?